PERICO EL DE LOS PALOTES
¿Sabías que Perico el de los palotes fue una mujer?
Pues si. Carmen de Burgos, escritora, periodista, activista social, primera corresponsal de guerra española y la gran mujer que firmó sus reseñas literarias en El Heraldo de Madrid, bajo el pseudónimo Perico el de los palotes entre 1917 y 1922.
Carmen de Burgos nació en Almería el 10 de diciembre de 1867. Abandonó a su marido y siguió su sueño de ser escritora. Se rodeó de todo el movimiento intelectual de su época, compartiendo tertulias de café con Galdós, Emilia Pardo Bazán y Gregorio Marañon entre otros. Escribía sobre los devenires del país con perspectiva de género, siendo autora del primer tratado español sobre el divorcio (en 1904).
Trataba en sus artículos y ensayos gran variedad de temas sociales adelantados a su época. Habló en contra de la pena de muerte, a favor del voto femenino, dio voz a los trabajadores más desfavorecidos y en 1909 fue la primera corresponsal de guerra española, cubriendo la guerra de Melilla.
El querer vivir su vida y su afán de progreso social la llevaron a ser pionera en muchos campos, incluso en el que la borró de la historia, ya que fue la primera mujer que aparecía en las listas de autores prohibidos durante el franquismo.
Escribió mas de cien novelas cortas, más de 10 novelas largas, ensayos, traducciones y mas de 10.000 artículos de prensa, que están a punto de ver la luz en dos tomos para celebrar su 150 aniversario y hacer justicia con el nombre y las ideas de esta mujer excepcional en su tiempo.
Perico de los Palotes o el de los Palotes.
Es el nombre que utilizamos para referirnos de manera genérica a una persona cuyo nombre se desconoce o no se quiere conocer. No se trata de una figura específica, sino más bien de un término coloquial que se emplea de manera informal para referirse a alguien de manera genérica.
En EEU se utilizan nombres como John Doe o Jane Doe, etc... cuando se desconoce el nombre real, y Richard Roe y Jane Roe cuando se quiere permanecer en el anonimato. En España decimos Fulano, Mengano, Zutano, Sultano, Perengano, Rita la cantaora o Perico el de los Palotes, entre otr@s.
El origen de Perico el de los Palotes
Sebastián de Covarrubias y Orozco fue un erudito lexicógrafo español, escritor y capellán de la corte del rey Felipe II (S.XVI-XII). En su diccionario "El tesoro de la lengua castellana o española" (1611) aparece la figura de un bobo conocido en el siglo XVI por tocar un tambor con dos palos o baquetes para anunciar al pregonero. Cuenta la historia que aquel pregonero, cansado de ir acompañado con el bobo del tabor, le hacia la 13-14 y se lo quitaba de encuima cuando podía para después quedarse con el sueldo y las propinas de ambos. El autor describe a este personaje y añade que quien se moleste de que le vacilen, suele decir: Si, que no soy Perico el de los Palotes".
En la maoría de los pueblos ha sido conocida siempre la figra de "el tonto del pueblo", y durante un tiempo esta figura la ostentó Perico el de los Palotes.
Curiosamente, hasta la actualidad ha habido varios autores y autoras que han mencionado a Perico el de los Palotes, como por ejemplo, Carmen de Burgos, periodista, escritora, traductora, primera mujer española corresponsal de guerra, y activista de los derechos de la mujer española, que por el hecho de estar divorciada tenía que firmar sus obras con seudónimos, como Colombine, Gabriel Luna o Perico el de los Palotes, cuyas obras desaparecieron de librerias y bibliotecas en España durante el franquismo por figurar en la lista de autores prohibidos.
Actualmente, con esta expresión no nos referimos a una persona ingenua, sino a una persona cualquiera sin una identidad específica.
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